1. Proporcionar un ambiente de trabajo
positivo: promoviendo la creatividad, las nuevas ideas, las
iniciativas.
2. Permitir la participación en las
decisiones: posibilite la toma de decisiones por parte de los empleados y
sobre todo respete las opiniones proporcionadas.
3. Involucrar a los empleados en los
resultados: comunique a sus subordinados la importancia de su trabajo para el
desempeño eficiente de la empresa y el logro de las metas.
4. Incentivar el sentimiento de
pertenencia al grupo: se debe estimular al empleado para que se identifique con la
imagen de la compañía. Una buena acción es proporcionar tarjeta de presentación
para que el trabajador se sienta representante de la empresa.
5. Proporcionar los medios que ayuden a
crecer: brindar desarrollo por medio de capacitaciones constantes al empleado,
como también que los superiores sean mentores compartiendo su conocimiento con
los subordinados.
6. Retroalimentación: informar al empleado
sobre su nivel de rendimiento, señalando sus puntos de progreso y aquellos
donde se debe mejorar.
7. Aprenda a escuchar: crear reuniones
periódicas en donde los empleados puedan expresar su opinión sobre temas
relacionados o no a la empresa; se puede aprovechar realizar actividades
después de la oficina para compartir un rato agradable.
8. Agradecimiento: no hay nada más
gratificante que un “gracias” sincero, por medio de una nota en el escritorio o
un simple correo electrónico, para reconocer el esfuerzo de la persona.
9. Reconozca la excelencia: premiar el buen
desempeño del trabajador alienta a seguir con el mismo rendimiento.
10. Conmemore éxitos: una celebración por los logros alcanzados justifica el esfuerzo realizado.
10. Conmemore éxitos: una celebración por los logros alcanzados justifica el esfuerzo realizado.
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